jueves, 31 de mayo de 2007

La Irrupción de la Guerra Informacional

Hoy tenemos el privilegio de contar con una perspectiva más amplia de la que normalmente nos ocupa, la de los países. Este artículo fue escrito por Andrea Lodeiro Encina, quien es Directora del proyecto Aurora Australis y el portal www.aainteligencia.cl No sólo les recomiendo que lean la entrada en el blog, sino también que visiten el portal, ya que tiene muchas publicaciones de interés para el profesional de inteligencia.

LA IRRUPCIÓN DE LA GUERRA INFORMACIONAL
La premisa de un nuevo paradigma de liderazgo social, estatal, militar y económico

Por: Andrea Lodeiro Encina Periodista. Directora del proyecto Aurora Australis Inteligencia de Emergencia para la Era de la Información www.aainteligencia.cl

La guerra de la información ya es parte de nuestra cotidianeidad. Se desarrolla en múltiples ambientes de confrontación, vale decir, en todos los ámbitos donde hay contraposición de intereses, sean estos de carácter social, estatal, militar o económico. Entender su sentido, cómo se desarrolla, qué factores de poder se despliegan, cuál es su aporte al logro de los objetivos de quien la libra y cuáles son los costos para quien es vencido en esta guerra, es decisivo para todo el espectro de liderazgos sean del ámbito que sean, pues quien saca el mejor partido a la explotación de la información vence y predomina, quien no logra dominar la situación, pierde y desaparece.

Las dependencias del mundo moderno

En una primera aproximación podemos señalar que la guerra de la información como premisa de un nuevo paradigma de liderazgo, es un fenómeno que parte como consecuencia de las dinámicas de interacción global basadas en un copioso flujo de información diversa, accesible, variable e instantánea. En este sentido podemos establecer que tal como se desarrollan las actividades sociales, estatales, militares y económicas en la que se ha llamado la “Era de la Información”, asumir una cosmovisión estratégica que tenga como propósito adaptarse a los desafíos temporales críticos con los que toda dirección debe trabajar, es un imperativo irrenunciable, toda vez que constatamos que hoy más que nunca nuestro medio de desarrollo se caracteriza por una alta dependencia a la información y al cronos. Dicha dependencia a la información se sustenta en la configuración de flujos acelerados de comunicación avalados por las tecnologías de información y comunicación (TIC), asociadas indiscutiblemente al factor de tiempo y espacio cero; la instantaneidad con la cual se renuevan las ideas de organización social, de gestión estatal y de productividad.

La disputa por la información

El saber sobre este escenario, ha develado que existen al menos tres tipos de dinámicas confrontacionales vinculadas al dominio de la información y que tienen un mayor impacto por las características de los actores involucrados. Las dinámicas confrontacionales que se producen a nivel interestatal, las que se producen a nivel militar y las que se producen a nivel empresarial y de mercados, derivadas éstas últimas de la lógica de los ambientes de competitividad. El liderazgo en todos estos niveles se basa en el dominio informacional que se traducirá en conocimiento y más tarde en proyectos concretos de formas de administración de políticas sociales, estatales, empresariales; además de programas militares que apoyarán las estrategias para obtener la victoria en caso de conflicto. Los numerosos estudios sobre la Era de la Información, cuyos mayores exponentes son Manuel Castells, Alejandro Piscitelli, Paul Virilio y Armand Mattelart, entre otros; dan indicios sobre ciertos hechos que marcan las dinámicas informacionales en la lógica de las luchas por prevalecer en un mundo competitivo. Estos hechos irían acompañados de un nuevo sentido y uso de la información, la temporalidad y la espacialidad, pues la noción de red y de interconexión simultánea se sustenta en utilizar el factor tiempo como base de un nuevo poder, fenómeno en donde se conjuga el hecho de obtener información, procesarla y utilizarla en el más corto plazo posible y con el mayor impacto en el o los actores que son objetivo de la necesidad de uso. Las TIC son las que favorecen esta situación. Internet por ejemplo, redujo a cero la brecha espacio/temporal entre los gobiernos, los países, las empresas y en definitiva, entre todos aquellos actores que se proyectan más allá de su espacio territorial ya sea con fines ideológicos, religiosos, económicos, de asociación, cooperación o confrontación; permite la comunicación de a uno a muchos y de muchos a muchos y de la disponibilidad de datos transformables en información útil que es tanto utilizada estratégicamente, así como también se hace motivo de disputas entre todos estos actores que luchan por liderar las dimensiones del poder (social, económico, político y militar).

La guerra

Para cada una de estas dimensiones se ha acuñado un concepto que tipifica las formas de guerra infromacional que se han ido estableciendo a medida que la creatividad de la mente humana, en su versión constructiva como destructiva, amplifica y potencia los usos de la información y de las TIC a su favor. Es así como se observa el surgimiento de conceptos ad hoc que definen las áreas de lucha y el despliegue de capacidades que contribuirán al logro de los objetivos y a ocupar una posición de liderazgo en diversos sectores de interés. Desde la dimensión militar la guerra de la información se entiende como C4I SR (comando, control, comunicaciones, computadores e inteligencia, vigilancia y reconocimiento), también concebida como guerra cibernética o cyberwar; la cual apunta a bloquear las comunicaciones del bando contrario, a preservar los secretos e informaciones relevantes de las propias unidades, a obtener información del enemigo y a engañarlo mediante informaciones dirigidas por medio de la guerra psicológica. Los otros actores que se involucran en este tipo de guerra adaptan los principios de este esquema militar pero asumen su propio nivel de agresividad de acuerdo a sus objetivos y las limitaciones evidentes de sus capacidades. Así, empresas, estados, grupos sociales, asociaciones terroristas y delictuales explotan todas las herramientas que proveen las TIC para librar guerras informacionales, hallando soluciones para alcanzar una posición privilegiada en sus ámbitos de acción, a través de la guerra de hackers (ataques a los soportes de información), la guerra de redes (cuyo objetivo son las economías, los grupos sociales y todo tipo de organizaciones e ideas) y la guerra de las comunicaciones (enfocada a grupos específicos y donde juegan un rol primordial los Medios de Comunicación).

La Inteligencia

En la era de la información el ejercicio de liderazgo social, económico y estatal dependen indiscutiblemente del manejo de la información que circula velozmente a través de un soporte mediático cada vez más eficiente y multidimensional. Información, procesamiento y tecnología es lo que ha permitido hasta ahora dinamizar el alcance de los objetivos en un ámbito no exclusivo de quienes anteriormente poseían estas sofisticadas herramientas, sino que ampliado a nuevos actores que disponen de estos mismos recursos para posicionarse en sus áreas. Por esto y frente a este paradigma de la competencia por el liderazgo, cada vez se ha hecho más recurrente encontrar nuevas aplicaciones de la disciplina asociada a la optimización del proceso de toma de decisiones que contribuya a este fin; la “Inteligencia”, originalmente restringida a los estados y a su brazo armado, basada fundamentalmente en la capacidad de búsqueda, análisis y uso de la información encontrándose nuevas variantes para aplicarla ahora también en ambientes empresariales y competitivos, así como en ambientes organizacionales lícitos e ilícitos.

En todos estos factores que potencian e influyen en la lucha por el poder; en el uso confrontacional y voluntarioso de la información, encontramos todos los elementos propios de la guerra: actores en contraposición de intereses, objetivos, capacidades e Inteligencia. La guerra de la información en estas circunstancias cobre pleno sentido. Está al alcance de todos, involucra a todos y es responsabilidad de todo actor que se precie, conocer las nuevas reglas del juego de los intereses.

2 comentarios:

  1. Muy bueno el link de la revista, que bueno saber que cada vez hay más investigación sobre el tema

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  2. Hola,

    Muchas gracias por el comentario!

    El esfuerzo que está haciendo Andrea Lodeiro es muy destacable.

    Gracias a Dios cada vez hay más investigación, más publicaciones, más conferencias y hasta más grupos de gente que está en asociaciones.

    Si te fijas en los últimos posts, la verdad es que hay mucha actividad.

    Esperemos que continúe, yo por mi parte, creo que hago bastante para que esta disciplina progrese.

    Saludos,

    Adrian

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