lunes, 23 de febrero de 2009

¿Presupuesto base cero, una herramienta útil para tu empresa?

Casi todas las empresas de la región están sufriendo en carne propia la crisis y en algunos casos podría decirse que ni siquiera ha comenzado de manera seria en nuestra región (España y Portugal están en Europa, más golpeados que los latinoamericanos y no los incluyo en la descripción, aunque podrían beneficiarse con el resto del artículo), ya que los que más han tenido que ajustar han sido los fabricantes de bienes durables, como por ejemplo los fabricantes de electrodomésticos o los excesivamente dependientes del mercado externo, como Embraer, mientras que el resto de la economía está preparándose para el impacto.

En esta situación, ¿Cuál es la reacción más típica?

La reacción más típica es la ajustar, pero teniendo en cuenta lo que hicimos el año pasado, es decir, ajustamos, pero anclados en el pasado, cuando la situación es completamente nueva y debemos repensar el negocio nuevamente.

El presupuesto base cero puede ser una herramienta útil en este contexto, ya que permite repensar el negocio desde cero. Normalmente no tiene demasiada aplicación en las empresas porque lleva demasiado trabajo y porque el medio ambiente empresario evoluciona de manera continua en la mayoría de los años. No hay discontinuidades significativas todos los años, aunque si miramos el largo plazo normalmente las hay.

En este momento, sin embargo, nos encontramos ante una de las discontinuidades más grandes de los últimos 100 años, por lo que deberíamos utilizar el presupuesto base cero, ya que mucho de lo que sabíamos pasó a ser obsoleto en el mercado actual.

Si bien el presupuesto base cero se concentra en los gastos (fue diseñado para ser aplicado en el Estado de Georgia en 1970) y traslada la carga de la prueba a los gerentes o administradores. Es decir, son ellos los que deben probar que el gasto es necesario, nada se da por sentado, de allí su nombre de base cero.

Ahora bien, si nos quedamos ahí, entonces vemos la mitad de la película, creo que debiéramos analizar también los ingresos, en el gobierno no se cambian los impuestos todos los años, es por eso que el presupuesto base cero tiene como foco los gastos, pero en las empresas los ingresos también deben ser analizados desde un punto de vista nuevo. Por ejemplo, quizás debemos dejar de publicitar nuestras marcas Premium y comenzar a hacerlo con nuestras marcas de precio, las cuales casi por definición no reciben gran apoyo. O quizás debamos tengamos que invertir en desarrollo de producto en nuestras marcas Premium para hacerlas más accesibles a nuestros clientes.

¿Los clientes están sobre-atendidos y quieren menos servicio a cambio de un menor precio? Recuerdo un caso en 2002 donde los clientes decían que querían menos servicio a cambio de menor precio porque no necesitaban esa cantidad de servicio.

Dado las perspectivas del mercado (aunque a veces los mercados cambian demasiado rápido, quizás la Argentina post 2002 sea la mejor prueba de ello) ¿Es lógico invertir en mercados que nos darán pérdidas por un tiempo prolongado?

Creo que la inteligencia competitiva puede brindarnos muy buenas herramientas para completar el presupuesto de base cero, como por ejemplo indicarnos de qué mercado debiéramos salir y en cuál entrar o qué tareas estamos realizando que son superfluas en el contexto actual, etc.

Veamos los pasos del presupuesto base cero:

a) Definir los propósitos, metas y objetivos del presupuesto

b) Establecer las consecuencias de no adoptarlas,

c) Determinar medidas o índices de rendimiento para el seguimiento del presupuesto

d) Especificar cursos de acción alternativos

e) Explicar los costos y beneficios de cada curso de acción

f) Decidir en base a lo propuesto

No entraremos en el detalle de cada uno de los mismos, pero nos parece que puede ser una herramienta útil y que quizás sea bueno desempolvar esos libros que tenemos de la universidad para repasar este concepto e intentar aplicarlo en nuestra empresa hoy, como decimos aquí en la Argentina, “garrá lo libro que no muerden”. Sé que esto quizás implique tirar a la basura el plan de negocios que se hizo en Julio-Agosto del año pasado, pero la verdad es: ¿De qué sirve ese plan ahora?

Cordiales saludos,

Lic Adrian Alvarez
Founding Partner
Midas Consulting
+54-11-4775-8983
www.midasconsulting.com.ar

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